poema 9 de pablo neruda

poema 9 de pablo neruda

Poema 9 de Pablo Neruda

En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios,
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios.

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de tu boca roja. Eres mía, eres mía,
pero mía mía, de carne y hueso mía,
sin temor: de ti mis pensamientos se alimentan.

Si alguna vez pronuncio tu nombre en mi poesía,
es porque te necesito para que vivas.
No sé cómo ni cuándo, pero necesito tu voz.
Necesito tus miradas que atraviesan el océano.

Los pájaros nocturnos picotean las primeras estrellas
que centellean como mi alma cuando te amo.
Galopa la noche en su yegua sombría
desparramando espigas azules sobre el campo.

En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eres mía, eres mía, mujer de labios dulces,
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

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